La diabetes es una enfermedad que produce un cuadro complejo en quienes la padecen. Un aspecto central es vencer el miedo inicial del diagnóstico y aprender a convivir con ella; por eso, la actitud del enfermo es fundamental.
Una manera de enfrentarla responde al modelo del miedo. Según este modelo de vivir con la diabetes significa seguir todas las exigencias que impone la diabetes para evitar complicaciones severas, un buen principio, pero todo lo hacemos por temor; y eso no es bueno, vivir con miedo nunca es positivo.
Otro modo de enfrentar la enfermedad es intentar dominarla. Lo positivo en esta actitud es el sentimiento de que la diabetes no me a vencer, sentimiento que da mucha fuerza espiritual al afectado. ¿Pero es la verdad? ¿Se puede controlar la diabetes sin que nos pueda afectar de ninguna manera? No es así. Se pueden bajar los riesgos de la diabetes profundamente, pero no totalmente.
Lo ideal es adoptar una actitud racional y aprender a vivir con diabetes. Aprender continuamente cómo se la puede tratar mejor, estar informado. Pero no se deje controlar por la diabetes ni la intente dominar. Viva con la diabetes como vive con otras amenazas: conózcala y decida qué es lo que está a su alcance para protegerse y cuidarse. Sin embargo, no olvide las buenas cosas de la vida, la alegría y el deleite. Logran convivir con la enfermedad lo puede llevar a una vida consciente, realista y no atemorizado por ella.
En realidad, vivir siempre conlleva algunos riesgos que nunca se pueden evitar por completo. La diabetes es un riesgo más, que otros no tienen, es cierto, y que se debe lógicamente completar; pero nunca de una manera obsesiva.
Atte: Victtra Nahiso
Otro modo de enfrentar la enfermedad es intentar dominarla. Lo positivo en esta actitud es el sentimiento de que la diabetes no me a vencer, sentimiento que da mucha fuerza espiritual al afectado. ¿Pero es la verdad? ¿Se puede controlar la diabetes sin que nos pueda afectar de ninguna manera? No es así. Se pueden bajar los riesgos de la diabetes profundamente, pero no totalmente.
Lo ideal es adoptar una actitud racional y aprender a vivir con diabetes. Aprender continuamente cómo se la puede tratar mejor, estar informado. Pero no se deje controlar por la diabetes ni la intente dominar. Viva con la diabetes como vive con otras amenazas: conózcala y decida qué es lo que está a su alcance para protegerse y cuidarse. Sin embargo, no olvide las buenas cosas de la vida, la alegría y el deleite. Logran convivir con la enfermedad lo puede llevar a una vida consciente, realista y no atemorizado por ella.
En realidad, vivir siempre conlleva algunos riesgos que nunca se pueden evitar por completo. La diabetes es un riesgo más, que otros no tienen, es cierto, y que se debe lógicamente completar; pero nunca de una manera obsesiva.
Atte: Victtra Nahiso
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